El turismo azul en España no solo es un motor económico de primer orden, sino también un sector estratégico que contribuye al desarrollo sostenible de las regiones costeras.
Con una distribución geográfica diversa y una amplia gama de subsectores, desde la náutica deportiva hasta los cruceros, España se posiciona como líder europeo en este ámbito.
Sin embargo, para mantener esta posición, es fundamental abordar desafíos como la digitalización, la transición energética y la mejora de las infraestructuras portuarias.
El turismo azul se está convirtiendo en una respuesta estratégica a las demandas de una sociedad que busca equilibrar el desarrollo económico con la sostenibilidad ambiental. En un contexto global marcado por la creciente concienciación sobre la fragilidad de los ecosistemas marinos y la necesidad de preservar los océanos como fuente de vida y recursos, esta tendencia azul emerge como una alternativa viable y necesaria. Un concepto capaz de englobar todas las actividades turísticas relacionadas con el mar y las costas, respondiendo a la creciente demanda de experiencias turísticas más auténticas y respetuosas con el medio ambiente, pero completamente alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Particularmente con el ODS 14, que busca conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos.
Sin embargo, esta oportunidad no está exenta de desafíos. La explotación de los recursos marinos, la contaminación de los océanos y el cambio climático amenazan la viabilidad de los ecosistemas marinos, lo que ha llevado a una reevaluación de cómo interactuamos con el mar. En este escenario, el turismo azul se presenta como una solución que no solo genera riqueza económica, sino que también fomenta la conservación de los ecosistemas marinos.
A diferencia del turismo tradicional, que a menudo ha sido criticado por su impacto negativo en el medio ambiente y las comunidades locales, el turismo azul busca integrar la sostenibilidad en su núcleo. Lo que se traduce en prácticas turísticas que minimizan el impacto ambiental, promueven la conservación de la biodiversidad marina y fomentan el desarrollo socioeconómico de las comunidades costeras.
El valor del turismo azul para España
España, con más de 8.000 kilómetros de costa y una posición geográfica privilegiada entre el Atlántico y el Mediterráneo, se ha convertido en un actor clave en este nuevo paradigma turístico. El país no solo cuenta con una infraestructura turística consolidada, sino que también posee una rica biodiversidad marina y una cultura profundamente ligada al mar. Estas características han permitido que España se posicione como líder europeo en turismo azul, un sector que ya representa una parte significativa de su economía y que tiene un potencial de crecimiento aún mayor en los próximos años.
En el contexto europeo, la economía azul genera un volumen de negocio de aproximadamente 623,6 billones de euros y emplea a más de 3,59 millones de personas. Dentro de este marco, el turismo azul es uno de los subsectores más dinámicos, con un impacto económico que va más allá de los ingresos directos. En España, el turismo costero lidera el ranking europeo en términos de empleo y Valor Añadido Bruto (VAB), representando el 20,3% del empleo y el 15,6% del VAB del turismo costero en la Unión Europea. O lo que es lo mismo: genera más de 422.000 empleos directos y tiene un impacto económico de 11.651,7 millones de euros anuales.
Siendo la segunda economía europea que más factura en el ámbito de la economía azul, con un 15% del total de las ventas generadas por las empresas europeas del sector, España contribuye con el 18% del valor añadido y el 23% del empleo en la economía azul de la UE, lo que se traduce en 930.000 empleos y 30.000 millones de euros de Valor Añadido Bruto.
En este sentido, el turismo costero, en particular, es un motor clave de este impacto. Las actividades relacionadas con el alojamiento, el transporte marítimo y los gastos turísticos en zonas costeras generan un flujo económico significativo. Además, la náutica deportiva y de recreo, junto con la industria de los cruceros, han experimentado un crecimiento notable en los últimos años, consolidando a España como un destino líder en el Mediterráneo y en Europa.
Subsectores del Turismo Azul en España
El turismo azul en España se compone de varios subsectores clave, cada uno con un impacto económico y social significativo:
1. Náutica Deportiva y de Recreo: España cuenta con una de las flotas de embarcaciones de recreo más importantes de Europa, con más de 134.000 puntos de amarre y 375 instalaciones náuticas. Este subsector genera empleo en actividades formativas, deportivas, de restauración y comercio, así como en la industria náutica. En 2023, se registraron 5.976 matriculaciones de embarcaciones de recreo, lo que refleja la vitalidad del sector.
2. Cruceros: España es el segundo destino europeo en recepción de cruceristas, con más de 10,6 millones de visitantes anuales. Puertos como Barcelona, Palma de Mallorca y Málaga se encuentran entre los más importantes del Mediterráneo. La actividad de los cruceros no solo genera ingresos directos, sino que también tiene un impacto significativo en la economía local, especialmente en los sectores de restauración, comercio y transporte.
3. Grandes yates: aunque nuestro país tiene un gran potencial en este segmento, aún está por detrás de competidores como Francia e Italia. La flota mundial de grandes yates supera las 12.500 embarcaciones, y España tiene la oportunidad de aumentar su participación en este mercado, especialmente en el ámbito del chárter y la reparación de embarcaciones de lujo.
Distribución geográfica del Turismo Azul en España
La distribución geográfica del turismo azul en España está marcada por la diversidad de sus regiones costeras, cada una con características únicas que las convierten en destinos turísticos de primer nivel:
1. Islas Canarias: gracias a su clima favorable y su posición estratégica entre Europa y África, las Islas Canarias son un destino clave para el turismo azul. La región ofrece una amplia gama de actividades náuticas y turísticas relacionadas con el mar.
2. Cataluña: con 52 puertos y clubes náuticos, Cataluña es líder en el sector de los cruceros en Europa, especialmente gracias al Puerto de Barcelona, uno de los más importantes del Mediterráneo.
3. Comunidad Valenciana: esta región combina el turismo de sol y playa con una rica oferta cultural, destacando ciudades como Valencia, que atraen a turistas tanto por su costa como por su patrimonio histórico.
4. Islas Baleares: con calas vírgenes y una gastronomía única, las Islas Baleares son un destino idóneo para el turismo azul. El Puerto de Palma es un punto clave para el tráfico de cruceros en el Mediterráneo.
5. Andalucía: gracias a un litoral que en más del 65% de su extensión está compuesto por playas, es un destino turístico de primer orden. Ciudades como Cádiz y Málaga destacan por su actividad crucerística y sus espacios náutico-recreativos.
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